Mi etapa egoísta

Me encuentro en una etapa donde hago sólo lo que quiero para mi misma... ¡Y me encanta!

Aramara Robledo

9/14/20252 min read

En este momento me encuentro en lo que yo llamo mi etapa egoísta. Es la primera vez en mi vida que me preocupo solamente por mi y que me coloco como la máxima prioridad.

Ustedes no están para saberlo, pero yo sí estoy para contarlo… Durante toda mi vida me sentí responsable de ser la persona que siempre está ahí para los demás. De niña hacía a un lado lo que quería o sentía para no ser una carga para mis papás. Después comencé a ser la amiga que sólo escuchaba y guardaba sus opiniones. Posteriormente pasé a ser la pareja que siempre intenta mantener la armonía y guardar la calma ante cualquier conflicto (ya saben, alguien tiene que ser la persona madura en la relación) y finalmente pasé a ser la mamá que siempre intenta estar ahí haciéndole la vida más fácil a sus hijos (en este caso un hijo) y en los trabajos solía ser la persona que no se mete en problemas y siempre anima a todos a sacar su mejor versión.

Finalmente me sentí cansada, apabullada y totalmente drenada… Me doy cuenta de todo el tiempo que he perdido intentando hacer que todo a mi alrededor se mantenga estable. Llegué a un punto de quiebre emocional… De eso ya hace un año. Y fue ahí que comenzó mi transición de desapegarme de lo que los demás quieren, o necesitan. Y me ha costado trabajo, porque los patrones no se rompen de un día a otro; Pero al fin siento que me conozco, me valoro y me respeto lo suficiente como para ponerme como el centro del universo… O al menos de mi propio universo.

Y entonces, ¿qué significa mi etapa egoísta? Renunciar a mi empleo fijo para tener esas horas para mi, tomarme horas completas para hacer cosas que me ayuden a mejorar sin importar si la casa está sucia o hay cosas que los demás requieren, no tener pareja, decir que no a eventos o cosas sociales que no me hacen avanzar en lo que deseo, no ayudar a los demás en cosas que pueden hacer otras personas, no perder tiempo intentando en conversaciones absurdas y no decir que sí a nada que realmente no quiera hacer.

Gracias a esto este último mes y medio he avanzado mucho en la voz y en el dibujo; Y además de eso entré a un gimnasio. La verdad me he sentido muy bien. Siento que me quité de encima 100 kilos de peso emocional y 10 años de edad. ¡Me siento faaaaaabulosa!